martes, 9 de agosto de 2011

Triste recuerdo

En medio de la maraña de la rutina diaria, de las noticias, de las preocupaciones económicas de repente como un saltamontes apareces en mi mente.

Y se me vuelve una sensación inexplicable como que tuviera miles de mariposas dentro del estómago, pero recuerdo que no debo amarte, que no tengo porque hacerlo.

Tomaste una decisión extraña para mí, pero para ti es lo más normal.  Ya tenias planes en los que yo no figuraba y yo que veia cosas diferentes.

No me consuelo con nada y me arrepiento por momentos de no dejarte ir de mi corazón.  Yo creo que Dios se ha quedado mudo y no quiere decirme ya más nada porque sigo siendo una necia.  Me repito para mi, que no debo amarte, que debo olvidarte, pero no puedo.

Acaso ese amor que predico Pablo no es cierto para mi.  Tengo que deshacerme de tu recuerdo  y por más que lo intento, vuelvo a caer en la cuenta o que no puedo o que no quiero.

Las lágrimas embargan mis ojos y las dejó fluir. Mi corazón se siente fuera de su cavidad torácica, pero recuerdo que es un músculo y no puede estar afuera de su lugar, ¿entonces porque siento esto tan feo?
Mejor me dormiré para dejarte de recordar.

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